Avanza en el Congreso el proyecto de ley nacional que establece la obligatoriedad de la sala de tres años. Con el fin de garantizar que los chicos ingresen en primer grado en «mayor igualdad de oportunidades» y de «reducir la probabilidad de abandono del sistema educativo», el proyecto está muy cerca de ser aprobado en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
Así lo confirmaron algunos miembros de ese órgano legislativo, y estimaron que en unas dos semanas podría comenzar el debate en el recinto de la Cámara baja, según publica La Nación.
«En todo el país hay una demanda insatisfecha de 500.000 vacantes para ingresar en la sala de tres años», calculó Diego Marías, jefe de gabinete del Ministerio de Educación de la Nación. En tanto que los chicos de esa edad que ya están escolarizados son 282.375, según datos oficiales de 2015.
Reducir el porcentaje de abandono del colegio secundario, que hoy alcanza al 50% de los alumnos en todo el país, es uno de los principales objetivos del proyecto, según explicó Marías.
«La intención es dar un paso más en la ampliación del sistema educativo formal y comenzar a incentivar más tempranamente a los chicos de tres años, que hoy pasan su tiempo en guarderías o jardines de infantes de calidad muy despareja -o que no van-, lo cual para los menos privilegiados constituye una desventaja inicial», dijo la diputada Alcira Argumedo (Proyecto Sur-Unen), vicepresidenta primera de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
Con un presupuesto estimado en 3600 millones de pesos, el Gobierno se propone construir alrededor de 1000 nuevos jardines de infantes, en tanto que ampliará la infraestructura de otros 2000 que ya funcionan. Para 2017, el presupuesto calculado ascenderá a 5600 millones de pesos.
La construcción de las primeras 220 escuelas quedaría terminada para marzo próximo, según estimaciones oficiales.
Prometido por el presidente Mauricio Macri durante la última campaña presidencial, el proyecto fue enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso en mayo. Aunque antes ya había sido consensuado entre Esteban Bullrich, ministro nacional de Educación, y sus pares de las 24 provincias.
Sin embargo, los especialistas en educación consultados por La Nación no lograron un acuerdo con respecto a la efectividad que podría alcanzar la iniciativa.
El ex ministro de Educación porteño Mariano Narodowski advirtió que no es posible establecer que una mayor permanencia en el jardín de infantes redunde en una contención del abandono escolar. «Se fuga hacia atrás para conseguir cambios adelante», consideró.
Además, alertó acerca de la creciente evidencia de que la cantidad de horas que un niño permanece en el jardín puede constituir un factor de riesgo para su desarrollo socioafectivo: «Los menores de 4 años que asisten a jornada completa presentan mayores niveles de cortisol (hormona que se libera como respuesta al estrés), mayor probabilidad de manifestar conductas agresivas, externalizar irritabilidad y desobediencia».
Agustina Cavanagh, directora ejecutiva de Cimientos -organización especializada en el desarrollo de programas educativos-, consideró que una inserción escolar más temprana podría resultar positiva. Pero aclaró que, para lograrse una contención de la deserción escolar, esa medida deberá ser acompañada de otras, como una mayor inversión en infraestructura, en capacitación docente y en recursos pedagógicos.
«La obligatoriedad de escolarizarse más temprano beneficia sobre todo a los sectores más vulnerables, que encuentran mayores dificultades para pagar guarderías o jardines de infantes», opinó Gustavo Zorzoli, rector del Colegio Nacional de Buenos Aires. Y argumentó que hay investigaciones que establecen una relación entre el adelantamiento de la escolarización y un descenso de las tasas de repitencia y abandono escolar. Marías también indicó la existencia de investigaciones que evidencian esta relación positiva.
La Comisión de Educación de la Cámara de Diputados recibirá el próximo martes la visita de especialistas para que ofrezcan sus opiniones sobre el proyecto. Se espera que ese día, además, pueda firmarse un dictamen para que luego, dentro de dos semanas, el proyecto pase a discutirse en el recinto, explicaron integrantes de esa comisión.
Según explicó Marías, para el diseño de la currícula que se ofrecerá en las salas de tres años el Gobierno solicitó la colaboración de Unicef, con la que además desarrolla una serie de manuales para mejorar las prácticas docentes.
Fuente: Diario Uno