La sesión especial, la primera del año parlamentario, se inició con la presencia de 147 diputados, y para reunir el quórum el oficialismo contó con los legisladores propios de Cambiemos, los bloques del Frente Renovador, el Bloque Justicialista y el Partido Socialista, entre otros.
La sesión, acordada la semana pasada en el marco de las discusiones registradas en torno al tema en un plenario de comisiones, estuvo en peligro de concretarse luego que la Corte de Apelaciones de Nueva York decidió hacer efectivo un “stay” que deja en suspenso la orden del juez Thomas Griesa en la que el magistrado anunció su decisión de levantar levantar las medidas cautelares que impiden al país pagar a los bonistas reestructurados.
Finalmente, tras reuniones que funcionarios del Poder Ejecutivo y autoridades de la Cámara mantuvieron con los principales dirigentes de esos bloques, se resolvió que acompañarán el proyecto pero explicitando que «el acuerdo sólo será valido cuando los fallos estén firmes».
El presidente del bloque Justicialista, Oscar Romero, afirmó que «este martes estaremos dando quórum y levantamos nuestros pedidos de suspender la sesión que habíamos planteado el fin de semana».
No obstante, advirtió que «si bien el Gobierno sostiene que no tiene impacto ese fallo, nosotros queremos más certezas».
Por su parte, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, explicitó en una conferencia de prensa que su bloque «nunca dudó en dar quórum, porque esa estrategia no forma parte del espacio» y aclaró que este martes votarán la iniciativa del Poder Ejecutivo, aunque con los cambios propuestos para «dar más garantías al país».
“Acordamos un cambio para garantizar que el acuerdo se haga en el marco de una ley seria que dé garantías. La modificación consiste en que el acuerdo con los holdouts quede condicionado a que quede firme el fallo de la Justicia estadounidense», explicó el tigrense en un contacto con la prensa en el Salón de los Pasos Perdidos.
Desde el oficialismo, el presidente del interbloque Cambiemos, Mario Negri, dijo que «el fallo de la Corte de Apelaciones no tiene impacto» en el plan diseñado por el gobierno para pagar a los fondos buitre, y que «no hay ningún motivo para demorar la sesión porque está claro en el artículo quinto que sólo se va pagar cuando haya una sentencia firme de la Cámara».
Sobre el aval del Frente Renovador a la iniciativa, el titular de la Cámara baja, Emilio Monzó, aseguró que «más allá de que ya estuviera el quórum asegurado, el apoyo del Frente Renovador, por lo que significan desde lo cualitativo, más allá de lo cuantitativo», y completó: «se trata del bloque que lidera la figura más importante de la oposición», en referencia a Massa.
Cambiemos requiere el apoyo de otros bloques para alcanzar los 129 diputados necesarios a fin de abrir la sesión -prevista para las 12- y mayoría para votar el proyecto, ya que tiene sólo 89 legisladores.
De esos 89, 42 son macristas, 38 radicales, 4 de la Coalición Cívica, 3 del Frente Cívico Catamarqueño y 2 de monobloques.
Pero con la confirmación de que asistirán los 37 integrantes de UNA, 17 del bloque Justicialista, 4 del Social Cristiano, 6 del Frente Cívico de Santiago, 4 Progresistas, 3 puntanos, un salteño y un justicialista tucumano, el oficialismo tendría asegurado un piso de 155 diputados al momento de la votación, hecho que podría llegar a producirse en la madrugada del miércoles.
Otros diez diputados que podrían acompañar con el quórum provendrían del Frente para la Victoria-PJ y serían aportados por legisladores que representan a provincias gobernadas por ese espacio.
Desde representantes parlamentarios de San Juan, Chaco, Entre Ríos, Catamarca o Misiones podrían surgir las presencias de quienes no acaten la postura del bloque FpV-PJ de no sentarse en las bancas para habilitar la sesión.
Descontado que quienes darán quórum acompañarían el proyecto; se desprende que el rechazo a la iniciativa reuniría alrededor de 80 votos, encabezados por el FpV-PJ, y complementada por Libres del Sur, la Izquierda y, Proyecto Sur, entre otros.
Si bien el horario de inicio de la sesión es el mediodía del martes, el debate del proyecto principal recién comenzaría una hora después, ya que previamente la Cámara debe tratar cuestiones formales y tomar juramento a dos nuevos diputados.
De acuerdo a datos que surgieron de la reunión de presidentes de bloque, se estima que la discusión del proyecto demandará entre 18 y 20 horas, por lo que finalizaría en la madrugada del miércoles.
Desde el oficialista interbloque Cambiemos trabajan para acotar las exposiciones de los representantes de su espacio en busca de que la sesión no sea tan tediosa; aunque desde los bloques que rechazan el acuerdo anticiparon que hablarán casi todos sus integrantes.
Igualmente la dinámica de la sesión aún es una incógnita, teniendo en cuenta que será la primera con Cambiemos como oficialismo, con el FpV-PJ como oposición y con Emilio Monzó ordenando el debate.
El proyecto de normalización de la deuda tiene como puntos centrales la derogación de las leyes Cerrojo y de Pago Soberano, y la autorización al gobierno para emitir deuda para cancelar el pago a los fondos buitre.
Las leyes Cerrojo y de Pago Soberano impiden realizar ofertas por encima de los montos abonados a los bonistas que ingresaron en los canjes de 2005 y 2010.
Además, mediante el proyecto se autoriza a emitir títulos por plazos de 5, 10 y 15 años por los cuales se abonarán tasas promedios del 7 por ciento para obtener el efectivo necesario para cancelar en efectivo la deuda con los tenedores de títulos en situación de default.
Se establece, también, que el monto del endeudamiento será de 12.000 millones de dólares, punto que se incorporará durante el debate en particular.
Fuente: Télam