«No tengo nada que temer, porque no he hecho nada malo. Si los jueces me hubieran mandado a llamar hubiera ido, como lo hice el 5 de enero pasado en Brasilia», afirmó el ex presidente de Brasil, Lula da Silva.
De ese modo, «habrían evitado esta acción innecesaria y espectacular, este show», añadió en la sede de su agrupación política, el Partido de los Trabajadores (PT), luego de que policías lo forzaran a que los acompañara a declarar en una investigación sobre supuestos sobornos.
El ex presidente brasileño Luiz Lula da Silva se trasladó directamente al directorio nacional del Partido de los Trabajadores (PT) luego de declarar por más de cuatro horas en las oficinas de la Policía Federal en San Pablo.
Lula da Silva fue recibido las 12.45 por militantes que lo vivaron en la sede del PT, en el centro de San Pablo, donde fue convocada una reunión de la conducción petista, que esta mañana convocó a su militancia a «movilizarse».
Previamente el titular del PT, Rui Falcao, convocó a una «vigilia de la militancia» en respaldo del líder y fundador de la agrupación.
Lula, cuyo domicilio fue allanado este viernes, fue trasladado a esa dependencia policial a raíz de una orden de «conducción coercitiva» para declarar en la fase 24 de la Operación Lava Jato, bautizada como Aletheia, expresión griega que significa «búsqueda de la verdad».
El objetivo de la nueva operación es dar continuidad a las investigaciones de delitos de corrupción y lavado de dinero, entre otros practicados por diversas personas en el contexto de la trama criminal revelada y relacionada con Petrobras.
En un comunicado, la Policía dijo que unos 200 agentes y 30 inspectores de la Secretaría de Ingresos Federales cumplieron 44 órdenes judiciales, de las cuales 33 son de búsqueda e incautación y 11 de conducción coercitiva, como se denomina al procedimiento en el que alguien es llevado a la comisaría para declarar y luego es liberado.
Fuente: Télam