Francisco denunció hoy que los inmigrantes se suelen encontrar con «las puertas y los corazones cerrados» y se preguntó cómo es posible que «caiga tanto sufrimiento sobre mujeres, hombres y niños inocentes».
«Cuántos hermanos viven actualmente una situación de exilio lejos de su patria», se lamentó el Santo Padre en su mensaje durante la Audiencia General de este miércoles en Plaza San Pedro, ante unos 25.000 fieles, según las estimaciones de la Santa Sede a Télam.
«¿Cómo es posible que tanto sufrimiento caiga sobre mujeres, hombres y niños inocentes que cuando tratan de entrar en otra parte les cierran la puerta? ¿Dónde está Dios?», se preguntó Francisco.
«Están ahí, en las fronteras, porque tantas puertas y tantos corazones están cerrados», condenó
«Inmigrantes de hoy que sufren, que sufren al aire, sin comida, y no puede entrar. No sienten la acogida. Por eso me gusta tanto sentir cuando las naciones y gobernantes abren el corazón y las puertas», aseveró el Papa.
«Tengo el pensamiento de la vecina Albania, de cómo después de tanta persecución y destrucción se levantó en la dignidad y la fe», agregó Francisco, quien basó su catequesis en «la experiencia muy dura» que fue el exilio para el pueblo de Israel, al que relacionó con los «hermanos» que «viven actualmente esa situación».
«También nosotros podemos vivir a veces una especie de exilio, cuando la soledad, el sufrimiento, la muerte nos hace pensar que hemos sido abandonados por Dios», aseveró Su Santidad.
«¿Y cuántos de nuestros hermanos están viviendo en este momento la situación real y dramática del exilio, lejos de su tierra natal, con los ojos todavía en los escombros de sus casas, con miedo en el corazón y a menudo, por desgracia, el dolor por la pérdida de seres queridos?. En estos casos se puede preguntar, ¿dónde está Dios?», finalizó.
Fuente: Télam