“Por el momento estamos alertando sobre lo que se viene”, confirmó a EL DIARIO el jefe del departamento de Hidrología y Ordenamiento de Cuencas de la Dirección de Hidráulica de Entre Ríos, Oscar Duarte. El funcionario asimismo indicó que aún no se ha conformado el comité de crisis ya que aún no se ha llegado al nivel de alerta.
Ayer, en el puerto local, el río Paraná llegaba a los 4,41 metros. El alerta se declara a cuando el nivel toca los 4,70 metros y la evacuación se ordena cuando la altura llega a los 5 metros.
Al respecto, Duarte precisó que “recién está pasando el pico anterior de la crecida y se produjo una recuperación muy importante en el norte de la Argentina, en el sur de Brasil y Paraguay donde hace dos días comenzó a bajar el nivel del agua”, indicó.
No obstante, en el día de ayer comenzaron a registrarse nuevas lluvias en las cuencas comprometidas, por lo que se aguarda un nuevo repunte y un segundo desplazado de agua que ocasionará otra crecida.
Efectos. “Estamos dentro de los efectos de la Corriente del Niño, que generalmente ocasiona en esta zona precipitaciones abundantes y se espera para el próximo trimestre la presencia de registros de lluvia por encima de lo normal para la etapa del año”, anticipó el jefe de Hidrología provincial.
En consecuencia, las previsiones sobre el comportamiento del río Paraná dan cuenta de que mantendrá un nivel alto por varias semanas más.
“La Corriente del Niño provocará mucho viento con alto porcentaje de humedad y lluvias del orden de los 80 milímetros, algo anómalo para esta etapa del año”, aseveró Duarte.
“Por el momento la crecida es ordinaria y no extraordinaria, pero estamos atentos y expectantes con lo que pueda pasar con el nivel del agua de acuerdo a las precipitaciones que se registren en los próximos días”, ratificó el funcionario.
La corriente del Niño
El Niño es un fenómeno oceánico y atmosférico que ocurre por el calentamiento de las aguas del océano Pacífico. Con él suceden extraños acontecimientos marinos a lo largo de la costa occidental de este océano y provoca alteraciones climáticas de distinta magnitud en diversos lugares del mundo.
El nombre se empleó en un principio para describir la corriente cálida que se orienta hacia el sur y que se da en la costa occidental del Pacífico cada mes de diciembre. Sin embargo, en la actualidad, se reserva el nombre a circunstancias excepcionalmente intensas y persistentes que se repiten cada cierto tiempo. Es un fenómeno natural, que se produce cada 2 a 7 años, y tiene gran influencia en el clima mundial.
Los científicos establecen y clasifican la existencia de por lo menos cuatro corrientes en el Océano Pacífico; la 1 y la 2, que afectan a Sudamérica; la 3, que impacta en México y los Estados Unidos, y la 4, que azota a varios países del continente asiático.
Cuando El Niño se presenta las condiciones habituales de las zonas del Pacífico se alteran. Los vientos alisios del Este desaparecen o incluso invierten su sentido. La variación de la presión atmosférica aumenta con los suaves cambios de la temperatura de la superficie del agua.
El agua cálida del Pacífico oeste (Australia) fluye hacia el este y las temperaturas de la superficie aumentan a la altura de la costa occidental de Sudamérica. Cuando esto ocurre, el tiempo atmosférico, generalmente húmedo del Pacífico oeste, se desplaza hacia el este y las condiciones meteorológicas de carácter seco —comunes en el este— se producen en el oeste, lo cual provoca fuertes lluvias en Sudamérica y puede, a la vez, motivar sequías en el sureste asiático, India y África del sur.
Fuente: El Diario