Cumplido más del 20% del mandato de la presidencia de Mauricio Macri, las economías regionales de todo el país han agudizado la crisis que venían arrastrando en los últimos años. A la falta de medidas concretas para la solución de problemas estructurales se sumó este año la ola de importaciones incentivada por el gobierno nacional, como parte de la propuesta económica que apunta a que sea el mercado el que regule la actividad económica, con el retiro progresivo del Estado como articulador. La amenaza china es concreta, en el marco de la visita que estos días realiza Macri en el país asiático.
Frente a esa situación, el reclamo de productores rionegrinos de manzanas y peras fue el primero que visibilizó días atrás una situación, en el concierto de economías regionales que sufren una crítica situación.
La quita de retenciones fue una de las primeras y polémicas medidas del gobierno de Macri, que redundó en beneficios a los productores agrarios. El resto de las actividades productivas siguen muy golpeadas: hasta los productores lecheros se movilizaron semanas atrás y regalaron leche, en el centro de la cuenca lechera del país.
Se está importando y cada vez más, por ejemplo, yerba mate de Brasil: las importaciones crecieron un 146% en estos primeros ocho meses del año, en relación al mismo período del año anterior. También ingresan más motos, ropa, zapatos, llegan frutillas de China y Polonia, y hasta se traen productos hortícolas de afuera como zanahorias, cebollas de Brasil, y la lista es interminable.
En Entre Ríos los sectores que más visibilizaron esta problemática fueron la citricultura, la producción avícola y la porcina.
En el caso de los cítricos, al limón proveniente de Israel y naranjas de España, se sumó en estos días la naranja de ombligo de Uruguay. La industria avícola se queja del incremento de la apertura de pollo trozado de Brasil, en volúmenes significativos y costos hasta un 40% por debajo de los nacionales, que derivó en la conformación de una mesa de trabajo promovida desde el Estado provincial, y en reuniones encabezadas por el gobernador, Gustavo Bordet, que acompañado por productores hace un par de semanas se reunieron con funcionarios del gobierno de Macri.
Sobre la producción porcina, entre enero y julio de 2016 se importó casi la misma cantidad de carne de cerdo que en todo 2015 –más de 12.000 toneladas–, según el Ministerio de Agroindustria de la Nación. Entre Ríos es la cuarta provincia productora del país, detrás de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, con unas 170 granjas.
La problemática está siendo planteada desde hace un par de meses, y se reinstaló por el impacto que está generando en cada rubro, y porque se hizo centro de la discusión política.
Estado presente
«Creemos que el Estado debe estar presente en estos temas. Es una luz amarilla y la venimos planteando», indicó el titular de la Federación del Citrus de Entre Ríos (Fecier) Fernando Borgo. En cuanto al ingreso de naranja de ombligo de Uruguay, el dirigente señaló que no es aún significativo, porque la alta producción y su bajo valor –a costa de la casi nula rentabilidad del sector– permite que haya una oferta masiva de la producción local en el mercado interno.
«Hoy hay citrus de Uruguay, no mucho aún porque el precio nuestro es muy bajo, pero la amenaza está latente y algo tiene que hacer el Gobierno para defender las economías regionales. Si vos lo dejás al libre mercado, hoy nosotros no somos competitivos por razones ajenas a la producción misma. Si llegase a subir para mejorar un poco la rentabilidad de los productores, automáticamente es probable que ingrese aún más frutas de afuera, si no se regula», consideró.
Borgo se refirió a cuestiones importantes y otras urgentes, dentro de la agenda de temas del sector: «Lo urgente hoy sería prevenir que entren frutas de afuera, y lo importante es hacer que la citricultura tenga costos menores, sea más rentable y tenga más precios competitivos para el mercado externo. No estamos hablando que llega fruta de Sudáfrica; es de acá, a 1.000 metros de distancia, del otro lado del río –Uruguay– y la produce la gente con dos manos, dos pies y con similares técnicas. No se debe a que el productor uruguayo la esté pasando mal y se quite de encima su producción, sino porque tiene otra carga impositiva mucho menor a Argentina, que la hace más competitiva».
Crisis
El dirigente del citrus dijo que la semana pasada estuvo en Buenos Aires, en una reunión con distintos productores de economías regionales, y relató que la están pasando mal desde los lecheros, hasta los vitivinicultores y productores de olivos.
En el caso de Entre Ríos, la citricultura genera unos 20.000 puestos de trabajo. Según el último censo del sector, se perdieron 6.000 hectáreas en los últimos años. Actualmente se dedican al citrus alrededor de 36.000 hectáreas, y hay unos 1.800 productores, cifra que se mantiene porque si bien muchos desaparecieron o se dedicaron a otros rubros por pérdida de rentabilidad, hubo –fundamentalmente en Federación– subdivisión de tierras de propietarios a sus hijos, que llevó a que quede un panorama de pequeños productores, con un promedio de 15 a 20 hectáreas cada uno.
Se instala el debate en el Congreso
Apuntalado por el reclamo homogéneo de gran cantidad de economías regionales del país –entre ellas las entrerrianas–, el Frente Renovador –liderado por Sergio Massa– presentará ante la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto de ley para frenar la avalancha de importaciones durante 120 días, entre otras medidas para beneficiar a las pymes. El plan excluye a aquellos del sistema de atención de salud y las que formen parte de la cadena industrial argentina. Para esos casos específicos, propone armar un sistema de canal verde aduanero. Para el resto, en tanto, busca definir siete puertas de entrada, por regiones del país; armar sistema de escaneo con monitoreo on line las 24 horas; y revisar todo el sistema de importaciones en base si representa sustitución o no del trabajo local.
Desde China, el presidente Macri cuestionó el proyecto, y tras sostener que sector por sector, en ningún caso la importación es más del 2% o el 3% del total mercado, sostuvo: «Lo que queremos es que los argentinos tengan acceso a bienes y servicios de calidad y al menor precio posible», dijo el presidente.
A su cruce salió el economista del Frente Renovador, Aldo Pignanelli, quien cuestionó las políticas económicas del Gobierno en materia de apertura de importaciones, y afirmó que en cada producto importado se está reemplazando trabajo argentino».
«Una cosa es tener importaciones de lo que aquí no se fabrica, y otra es tener un Estado bobo que importe cualquier cosa».
Datos
*Los cítricos llegan desde Israel, España y hasta de Uruguay.
*La apertura de las importaciones generó la llegada de pollo trozado de Brasil, ya disponible en góndolas, hasta un 40% por debajo de los precios locales.
*La cantidad de carne porcina que ingresó proveniente del exterior en siete meses ya superó el volumen importado en todo el año pasado.
*»Creemos que el Estado debe estar presente en estos temas. Es una luz amarilla y la venimos planteando», dijo el titular de la Fecier.
Fuente: Diario Uno