“No se renuncia 10 veces, sino una sola, y cuando considere que tenga que hacerlo lo haré”, dijo Juan José Aranguren, quien también definió como “una decisión personal” el criterio a adoptar con sus ahorros depositados en el exterior ante el próximo blanqueo de capitales.
“En todo caso la tengo que discutir con mi familia, con mi señora. Mis ahorros están declarados y he pagado impuestos todos los años”, aclaró el ministro.
«Usted se puede imaginar qué hubiera pasado con la administración anterior, de no haber pagado”, prosiguió Aranguren en diálogo con un periodista de radio FM Latina, para luego remarcar que “no es ningún tipo de delito tener una cuenta en el exterior”.
Sobre los topes en los incrementos al consumo de gas, de 400% para residenciales y 500% para comerciales, el ministro dijo que se atendió el reclamo manifestado por la población y transmitido por las provincias.
Aranguren respaldó la medida por “el impacto o la capacidad que puede tener cierta parte de la población afectada”, ya que ese alcance puede ser distinto a nivel regional o sectorial.
“Por lo tanto -abundó el funcionario- la capacidad de rectificación es algo importante en alguien que puede o quiere tener honestidad intelectual en el impacto de las medidas que toma”.
“Me hubiese gustado que esta situación no ocurriera, pero la realidad es lo que es, hay que decir la verdad y ajustar o corregir cuando se considera que la situación lo merece”, agregó Aranguren.
“Nos dimos cuenta -reconoció- de que las cosas se podían haber hecho en forma distinta, como se hizo en este caso de manera consensuada, discutida, reflexionada con los gobernadores, y esto fortalece a la democracia y la capacidad de diálogo”.
Aranguren dijo que los topes de la suba tarifaria en el caso del gas responden a que la tarifa social llega a un millón y medio de hogares, mientras en el caso de la electricidad son 3,2 millones.
En cuanto al costo fiscal estimado por la menor alza de tarifas, de 2.250 millones de pesos, sostuvo que se enmarca en la meta de “asegurar energía para el país”. “Nuestro objetivo principal -agregó- es lograr la seguridad energética, que cada vez importemos menos y no estemos dependiendo de circunstancias ajenas a nuestra capacidad de producir, como que haya mal tiempo y no podamos recibir un barco de importación, o si hay un conflicto sindical no podamos reemplazar con otra cuenca”.
En otro orden, el ministro de Energía negó discrepancias con su par de Interior, Rogelio Frigerio, según versiones periodísticas.
“Lo leí hoy y tengo que desmentirlo. Las reuniones las mantuve con el ministro, somos miembros del mismo equipo y no ha habido tal circunstancia”, aseguró.
Por otra parte, Aranguren manifestó: “No veo que hay ninguna circunstancia que amerite que el precio de los combustibles se tenga que actualizar en lo que resta del año”, del mismo modo que tampoco se modificará en gas y en electricidad el cuadro tarifario que se aplica desde el 1 de abril pasado.