La lechería enfrenta una crisis profunda, acaso la más difícil en muchos años, básicamente porque los costos de producción superan los precios que el tambero recibe en la tranquera. El panorama es muy complicado y se agravó en mayo último cuando las industrias –jaqueadas por la caída de los valores internacionales de la leche en polvo y un excedente que no puede absorber el mercado interno– decidieron ajustar hacia abajo y redujeron la paga al productor (en dos meses 30 centavos). A la caída de precios se suman el aumento de los costos de producción –debido a la inflación–, una alta presión fiscal y el fantasma de un nuevo ajuste del precio.
Este “combo”, claramente, dejó con los números en rojo a la mayoría de los tambos entrerrianos, en una crisis que por primera vez no respeta escalas: afecta al productor chico –mayoría en Entre Ríos–, al mediano y al grande, aunque este último, obviamente, “tiene espaldas” y puede “aguantar” el mal momento.
Esta problemática fue explicada ayer por los tamberos en el acampe que los productores mantienen frente a la Casa de Gobierno y que hoy ingresa en su cuarto día.
“Hace 40 años que soy tambero y nunca viví una situación igual, ni en los ’90. Nos piden que achiquemos costos y ya no podemos achicar más, el próximo paso es cerrar el tambo”, contó un productor del departamento Paraná.
Otro tambero se quejó porque cuando hay problemas en la cadena “siempre somos nosotros los que perdemos”.
Este panorama podría complicarse aún más si las industrias confirman lo que ya han anunciado: bajar el precio a 2,70/2,80 pesos, y hasta 2,40 pesos. El costo de producir un litro de leche en la provincia, en tanto, se ubica en el orden de los 3,60 pesos –aunque, claro, se trata de un número variable de acuerdo a la situación de cada tambo–.
Ayer, sin embargo, se supo que algunas usinas estarían llamando a sus tamberos remitentes para avisarles que dejarían de lado, al menos por el momento, este nuevo ajuste. Sea como fuere, los números seguirán en rojo.
El turno del arroz. En esta suerte de desfile de economías regionales entrerrianas por el acampe, hoy será el turno de los arroceros, quienes, como los tamberos ayer y los citricultores mañana, expondrán sus problemas.
Molinos prácticamente paralizados, pérdidas de puestos laborales y una casi segura caída del área sembrada en la campaña 2015/16 son algunas de las dificultades de esta economía regional clave para la provincia. Los costos internos, remarcan en el sector, “nos dejan fuera de juego”, mientras nuestros vecinos del Mercosur continúan concretando negocios.