El cese de las lluvias y las bajantes de los ríos de los últimos días llevaron a muchos de los evacuados en Santa Fe, Entre Ríos y Chaco a regresar a sus hogares, donde muchos deberán reconstruir sus vidas casi desde cero.
De una ciudad a otra, los problemas se repiten: agua y barro en el interior, humedad en las paredes, instalaciones eléctricas y caños de agua que no funcionan, cloacas y baños tapados; además de que muchas viviendas fueron objeto de robos.
La bajante del río Gualeguaychú permitió acelerar, en Entre Ríos, el operativo retorno. El director de Defensa Civil de esa ciudad, Daniel Hernández, confirmó que la comuna está desplegando un operativo de limpieza y acondicionamiento de los espacios donde el agua se va retirando, que se traduce en el lavado y desinfección de las calles y viviendas inundadas. “Al ir bajando las aguas, van quedando barros contaminantes que son lavados y posteriormente tratados con agua clorada para su desinfección”, explicó.
José Rodríguez, uno de los afectados por la creciente, reconoció a Télam que “la vuelta a casa supone duplicar las medidas de prevención para evitar las infecciones y la proliferación de enfermedades, porque entramos en contacto con las bacterias que viven en el barro y la humedad y que, mayormente vienen de los residuos cloacales y de los pozos negros que se desbordaron por la crecida”.
“Todas nuestras cosas quedaron bajo el agua”, se lamentó Carlos Ramírez, otro vecino evacuado. “La cocina, la heladera, las camas, toda mi casa se inundó y acá estamos con mi familia, mi mujer y mis cuatro hijos tratando de ordenar y limpiar el barro que quedó adentro. Ahora viene la etapa de la recuperación de lo que se pueda salvar y, de empezar de nuevo en lo que hemos perdido”.
Rosa, vecina del Barrio Munilla de Gualeguaychú que también sufrió la inundación, dijo que espera ansiosa volver a casa. “Llegué descalza al centro de evacuados”, cuenta la mujer, a la que la crecida no le dio tiempo ni siquiera de buscar zapatos, “A pesar de que nos trataron muy bien y nos dieron alimentos, medicamentos, abrigo y ropa, ya me quiero volver a mi casa”.
En una recorrida de Télam por las zonas más afectadas del conurbano oeste de Santa Fe capital, los vecinos expresaron su preocupación por la situación por la que atraviesan, desde ya hace cinco meses, y que incluyeron inundaciones por crecida de ríos, fuertes tormentas con caída de árboles, rotura y voladura de techos y cortes de cables de luz, además de las intensas lluvias que en algunas zonas superaron los 500 milímetros y dejaron anegados los accesos a los barrios.
En el Chaco, la crecida del Paraná afectó a las localidades ribereñas de la provincia durante los últimos cinco meses. El retroceso de las aguas en los últimos días ha ido permitiendo el lento regreso a sus hogares de la mayoría de los evacuados. Pero volver a casa es enfrentar la realidad de lo que el agua dejó y se llevó.
Fuente: El Observador del Litoral