Unos 280 alumnos arribaron a General Ramírez al 9º Campamento Científico y Recreativo

Alrededor de unos 280 alumnos de escuelas de Nivel Medio de Entre Ríos y también de Córdoba, llegaron ayer a General Ramírez para participar del 9º Campamento Científico y Recreativo y del 4º Encuentro de Jóvenes Científicos denominado “Con-Ciencia es posible”.

Los encargados de la organización fueron los integrantes del Club de Ciencias Olga Carlevaris de Velázquez, perteneciente a la escuela secundaria Nº 4 Francisco Ramírez, quienes destacaron el aval y el apoyo de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (SCTI), la Secretaría de Ciencia Tecnología e Innovación de la Provincia y el Consejo General de Educación (CGE).

El encuentro se desarrollará hasta mañana, con una propuesta que incluye actividades al aire libre, talleres, ponencias y un intercambio dinámico de conocimientos en un contexto ameno. La apertura fue a la mañana y desde temprano llegaron los contingentes para armar las carpas que los albergarán durante cuatro días en la localidad situada a 64 kilómetros de Paraná.

“Planificamos actividades recreativas en el campamento y también formativas en espacios cerrados, donde se llevarán a cabo los distintos talleres; espacios culturales y el tradicional fogón cada noche”, contó a UNO la profesora Griselda Peltzer, coordinadora del Club de Ciencias anfitrión. Asimismo, comentó: “Además de los alumnos de Ramírez, llegaron chicos de Paraná, Crespo, Victoria, Aldea San Miguel, Aranguren, entre otras ciudades de Entre Ríos, y también un grupo de Villa Allende, provincia de Córdoba”.

La organización y coordinación general del Campamento y del Encuentro está a cargo de docentes y miembros del Club de Ciencias, y del dictado de los talleres se encargan profesionales e investigadores del Museo de Ciencias Interactivo Puerto Ciencia, dependiente de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER); y distintos referentes de la Secretaría de Ciencia Tecnología e Innovación de Entre Ríos, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), así como también de la Universidad Nacional de Entre Ríos (Uader), la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y la UNER.

“Para lograr el acercamiento de estudiantes y docentes al quehacer científico y brindarles situaciones de enseñanza y aprendizaje que se acerquen a las formas de pensar y hacer de los científicos, se propone la actividad de campamento científico. Es por ello que surge la propuesta de organizar una nueva edición, una actividad que permite a docentes intercambiar con sus pares experiencias que contribuyan a reforzar las metodologías científicas y a los alumnos iniciarse y profundizarlas, en un clima recreativo; permitiendo crear un espacio de camaradería y diversión ligada a la experiencia de aprender en un ámbito natural”, señaló Peltzer.

Asistencia perfecta

Baltasar Llobet es docente de la escuela de Educación Técnica (EET) Nº 1 y llegó con un grupo de 115 alumnos de esta institución y 26 docentes, y también con 35 estudiantes de la EET Nº 3 y cuatro docentes de este establecimiento. “Con la EET Nº 1 es el noveno año que venimos. Compartir en un campamento es muy lindo. Los chicos llevaron un proyecto con el que ganaron el año pasado para ir a Colombia y finalmente no pudimos viajar, que consiste en el desarrollo de un generador magnético de inmersión, que trata de generar movimiento perpetuo para producir electricidad, con poca carga, pero tratamos de que sea aprovechable. Estamos investigando sobre eso y es lo que un grupo de chicos va a presentar en el Encuentro de Jóvenes Científicos. El resto va a participar de los talleres y esto los va a incentivar para hacer otro proyecto”, señaló.

“Es impresionante lo que aprenden en un taller que dura dos o tres horas. Lo que ven y tocan les queda en la memoria y no se lo olvidan. Los alunos aprenden en un entorno agradable para ellos. Cuando vuelven al aula lo hacen con mayor apertura para aprender temas nuevos. Por eso destacamos que periódicamente se hagan los campamentos”, destacó.

***

Una experiencia muy valorada

En referencia a la experiencia que aporta este tipo de instancias, la profesional y una de las organizadoras afirmó: “Como docente puedo decir que el alumno necesita salir del aula, hay que desestructurar un poco la educación formal. En un campamento el chico aprende de manera integral a compartir y a convivir; aprende a respetar reglas de convivencia, a pedir por favor y gracias, normas de higiene”.

Por otra parte, reflexionó: “Los jóvenes científicos que vienen a mostrar su proyectos de investigación que demuestran que desde un pueblo chico también salen investigadores, que de universidades públicas se puede hacer ciencia, que se investiga acá en la zona de Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Córdoba. Que ellos vean que en la Argentina también se puede hacer ciencia los incentiva un montón a los chicos. Muchos que vinieron en años anteriores se entusiasmaron y siguieron estudiando alguna carrera afín y después, desde la Universidad, vuelven a mostrar sus trabajos. Esta instancia les abre la cabeza”.

“Hay chicos que no han salido nunca de su ciudad y poder traerlos a Ramírez, que pasen su primera noche en carpa, es una gran satisfacción. Se desenchufan un rato de la computadora, del celular, conocer a sus pares de otras ciudades y entablan amistades y siguen el contacto. Lo mismo en el intercambio con los docentes. Años anteriores vinieron también de escuela de Colombia y Brasil y continuamos comunicándonos, al igual que con los profesores de otras localidades de Entre Ríos, donde formamos amistades muy lindas y colaboramos mutuamente con las actividades de cada institución”, aseveró.

***

Objetivos

Desde el Club de Ciencias Olga Carlevaris de Velázquez, señalaron que entre los objetivos que se proponen con la actividad del campamento científico se procura integrar actividades del quehacer científico con actividades recreativas y artísticas en un espacio natural, donde se conjuguen diferentes expresiones del lenguaje, científico, artístico y corporal. También ofrecer un espacio donde alumnos y docentes de distintas comunidades educativas y Clubes de Ciencias, puedan intercambiar experiencias y vivencias, proveniente de participantes de diferentes ámbitos provinciales, nacionales e internacionales; y generar  un espacio de difusión, comunicación e intercambio de trabajos de investigación realizado por jóvenes.

Fuente: Diario Uno